jueves, 2 de diciembre de 2010

Reseña Fuego

Treinta años antes de que Graceling salvara su reino…

Al otro lado de las montañas al este de los Siete Reinos en una tierra rocosa y asediada por la guerra que se llama Dells, Fuego tiene 17 años y es la última monstruo del reino con forma humana. Es preciosa en cuerpo y mente, tiene una cabellera de color rojo brillante que ondea al viento como una llama y comparte el poder de leer la mente y ejercer su influencia silenciosa sobre los humanos con sus congéneres, pero tiene un gran defecto que hace que estos no confíen en ella, la odien, la aparten: sabe distinguir entre el bien y el mal. Cuando la conspiración estalla para derrocar al rey, Fuego deberá elegir entre la fidelidad a los suyos y el amor por un príncipe en cuya cabeza no puede penetrar.

Título original: Fire

Autora: Kristin Cashore

Editorial: Roca Juvenil

Fecha de publicación: 5/04/2010

Colección: Los Siete Reinos (II)

Páginas: 412


“La aventura, el mundo de fantasía pero creíble, los caracteres bien trazados, un personaje femenino muy fuerte y un estilo soberbio hacen de Fuego una lectura muy recomendable.”
The Washington Post
 





Reseña:

Más allá de las altas y peligrosas cordilleras de Monmar, se extiende una peculiar tierra llamada Los Vals. Allí, habitan seres poseedores de espléndidos pelajes de colores infinitos: azul cielo, verde esmeralda… rojo. En apariencia, exceptuando el maravilloso color, esos animales son muy semejantes a los demás, si no fuese por el hecho de que pueden enturbiar tu mente con solo una mirada. 

¿El problema? Sólo existen dos monstruos con forma humana. El ambicioso y energúmeno Cansrel y su hija, Fuego, una preciosa joven con el cabello del mismo color que el elemento que la da su nombre. 

Fuego, al contrario que su padre, se niega de utilizar su extraordinario poder a su favor y pasan los años.
A los quince, muere Cansrel. A los diecisiete, intentan matarla a ella.

La situación en Los Vals se ha descontrolado en lo referente a la monarquía. Mydogg y Gentian, dos codiciosos nobles que no se contentan con lo que tienen, están creando enormes ejércitos con los que en su momento se enfrentarán al joven rey, Nash.

Entretanto, el hermano de éste, Brigan, le hace una visita en el recóndito valle en el que ella habita. Necesitan su ayuda. Cada vez hay más espías y requieren de alguien que les consiga toda la información que se pueda obtener a partir del pensamiento. 

La idea es tentadora. Burgo del Rey, la ciudad dónde nació su madre. La capital del reino. Miles de casas de vivos colores apiñadas unas junto a otras. El fastuoso castillo construido con elegante piedra negra…
Fuego abandona su hogar, dónde ha permanecido durante diecisiete años, y así, también abandona a Arquero, un apuesto y mujeriego joven increíblemente diestro en el arte del tiro con arco, sin saber que, al dejar aquella casa, nuevos sentimientos aflorarán debido al hombre en cuya mente no puede penetrar.

Opinión Personal:

PUEDE CONTENER SPOILERS DE GRACELING

¡Por fin! ¡Por fin lo tengo! Puedo afirmar que cuando lo descubrí en las estanterías de la librería por mi cabeza pasaron dos únicas palabras: Te pillé.

Vale, lo tengo y se acabó la euforia del momento. ¿Por qué? Bueno, porque en realidad me decepcionó… un poquitín.

Sinceramente, esperaba encontrarme la verdadera historia de Leck, y es que dicho personaje, aunque es relevante en la historia casi indirectamente, su aparición es casi nula. ¡Yo ya me había montado mi propia trama! Que si la novela narraba cómo Leck se hizo con el poder del reino, que si cómo manipuló a todo ser viviente a su alcance, en fin… Que no era lo que yo esperaba. No obstante, sí que se cuenta por qué lleva un parche (yo creía que era porque así ocultaría su naturaleza de Graceling, pero nop), y también por qué decide gobernar Los Vals en vez de cualquiera de los otros seis reinos.

Sin embargo, dejando a un lado que no era lo que imaginaba, lo admito, sí, me ha enganchado pero no desde la primera página hasta la última. Me encanta esa sensación de esperar a que el romance por fin surja, porque, aunque la protagonista no lo sepa, nosotras sí que conocemos sus sentimientos. También debo reconocer que ha habido instantes en los que me perdía, quizás porque la escritora mezclaba demasiadas emociones en sus páginas. Eso sí, en ningún momento ha llegado a parecerme dulzón no más Crepúsculo, nop.

El final… Apresurado, no mucho, pero sí semejante a otros. Esos finales en los que se nota que el autor estaba pensando: venga, he escrito ochocientas páginas (que no son ochocientas, son trescientas, pero a todo el mundo le gusta exagerar) y voy a terminar con esto de una vez.

Y, sin duda alguna, lo que más me ha gustado han sido los personajes. Bien definidos, de carácter, palpables en la imaginación porque, aunque no estuviese descrito hasta el último detalle, su presencia está narrada de una manera que me los imagino a la perfección. La pequeña Hanna, que no voy a decir de quién es hija, lalalalala, la ingeniosa Clara, el irremediable Garan...

Ahí quedan esos nombres para que se os vaya haciendo agua la boca y es que, este libro, merecer, merece.

Puntuaciones:

Escritura:




Personajes:





Trama




Título: 




Portada: 





Final: 




Nota Final:
Y para concluir os dejo un par de preguntas (y las respuestas =D) que realizó ShelfElf a Kristin Cashore sobre su técnica de escribir. Nos vemos en la próxima… ¡Muy pronto!


¿Qué te inspira (situaciones/obras de arte/lugares/comida/gente)?


Hay muchas cosas que me inspiran—fotografías, esculturas, paisajes, edificios, cosas que dice la gente— y cuando eso sucede es siempre un momento pequeño e indescriptible. Miras algo y es extraño y bello o, a lo mejor, horrible y extaño, tanto que puedes sentir más allá del simple objeto. Aguantas la respiración, la imaginación se agita, empieza a removerse y le salen brazos y piernas y hasta riñones.

Tengo fotos de una montaña de hielo en una zona desértica de una vieja revista de National Geographic, y creo que en eso me inspiré para los paisajes de Graceling. Durante los Juegos Olímpicos de Atenas las retransmisiones televisivas mostraban pequeños monasterios situados en pilares de roca imposibles de alcanzar. De ahí probablemente salió la ciudad de Ror y algún otro de los paisajes de Lenidia.

Un roble de mi barrio ha inspirado partes de mi segundo libro y también los colores del cielo y del río al anochecer. Con el libro que estoy escribiendo ahora, las esculturas que vi hace años se agolpan en mi mente, en particular Dafne y Apolo de Bernini, que es una escultura de una mujer que se transforma en árbol dolorosamente.

Cualquier cosa que te haga parar y darte cuenta de lo que tienes alrededor puede ser una fuente de inspiración.

¿Es tu lugar de trabajo un espacio acogedor? Descríbenos dónde trabajas.

Acabo de levantarme y de limpiar durante media hora, porque me he muerto de vergüenza con tu pregunta. Ahora sí que puedo decir que mi lugar de trabajo es, efectivamente, un espacio acogedor.


Escribo a mano, sentada en una butaca verde junto a una ventana por la que normalmente (vivo en el norte de Florida) entra el sol. Una cometa con forma de dragón cuelga del techo por encima de mí. Al otro lado hay una estantería con libros, naturalmente, fotos de mis padres y hermanas, una figura de un gato con rayas con un cuello muy largo, un par de gafas de Groucho Marx, un mapa de carreteras, un atlas y la Guía de la Galaxia de la Guerra de las Galaxias, en su formato pop-up, y todo esto para saber siempre dónde me encuentro. Hay un globo del mundo inflable en el suelo al que le doy muchas patadas, y una mesilla a mi izquierda, cubierta con libros, cartas, post-its y mi taza de té. Hay estudiantes universitarios que intentan matarse con sus tablas de skate a mi derecha, si miro por la ventana. En las paredes, una foto de Sydney, Australia, piezas colgantes de Camerún y Ecuador (son regalos, yo nunca he estado ahí); dos pósters de alfabetos, uno del finlandés y otro que lleva por título El alfabeto alternativo para pequeños y grandes (V de voto, C de compuesto, etc., para que os hagáis una idea).


Escribo en un lugar muy cómodo. La luz se vuelve amarilla al atardecer y se cuela a través de los árboles hasta mis paredes. Cuando llueve en Florida, llueve en serio y yo me siento en mi butaca y miro cómo las hojas de las palmeras flotan calle abajo. Soy del norte, donde no hay hojas de palmeras que floten calle abajo, así que nunca cesa de parecerme algo extraño y maravilloso.

5 comentarios:

  1. ¡Oh! Llevo queriendo leer Fuego desde que terminé Graceling. Éste me encantó, y aunque no sigue parece que no sigue con la historia le tengo muchísimas ganas *__________________* Y más con la reseña que has hecho.

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  2. yo lo quiero! haber si me lo compro...

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  3. ¡Gracias por el banner!

    Abrazos,
    Javier

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  4. Tengo ganas de estos libros desde hace tiempo y ahora, por culpa de vuestra reseña, muchas más. Me ha gustado el toque de añadir esas preguntas de la autora... Es increible que no haya dos escritores guales en el mundo, cada uno a su manera. Para mí es inviable escribir a mano... Acabaría con una tendinitis de cuidado XD

    Besotes ;)

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  5. Hola Aileen,
    quería decirte que Veritas del blog Tanière, ha presentado tu blog como uno de sus favoritos para participar en Top Blogs, una iniciativa que forma parte del Homenaje Bloggero casi 200.

    Te animo a que participes proponiendo dos blogs que te gusten, tal y como hizo ella. Y también en la Entrevista Bloggera.
    Te dejo la dirección por si quieres pasarte:
    http://www.arboldeluz.com/p/top-blogs.html
    http://www.arboldeluz.com/2010/12/mysterium-revelatum.html


    Un beso :)

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