Un grupo de doce adolescentes se comprometen bajo engaño a viajar a un reino fantástico llamado Rocavarancolia. Ese viaje, para muchos, no tendrá vuelta atrás. Una vez allí descubren que deben mantenerse con vida hasta que salga la Luna Roja, unos meses después. Durante ese tiempo ese reino, antaño glorioso pero hoy en ruinas, lleno de peligros, magia y mortales criaturas, intentará destruirles.
Continuará…
Muchas son las expectativas que las criaturas que forman el Consejo de Rocavarancolia tienen puestas en esos muchachos. Ellos son la única esperanza para el reino, si es que siguen vivos cuando la Luna Roja surja en el firmamento… Pero ¿qué pasará cuando eso ocurra?
Mi historia con La cosecha de Samhein empieza un día en una librería buscando algún libro para comprarme. Yo estaba hojeando libros; había padres que estaban buscando libros para sus hijos y oí que decían: “Pues la Cosecha de Samhein ha salido este mayo y me ha gustado, yo lo recomendaría”. Oí el comentario pero no puse el mayor interés en el libro porque “cosecha” me desviaba a un término que nada tiene que ver con el utilizado en el libro. No os dejéis llevar tontamente como hice yo pensando en “la recolección de verduras”. No fue hasta diciembre cuando me lo recomendaron y me lo acabaron regalando por mi cumpleaños, finiquitándolo 5 días después. El libro está muy bien redactado combinando: acción, amor, magia, un mundo tenebroso y enigmático; de forma que a mi me tuvo enganchado desde las primeras páginas. Los protagonistas son doce chavales que son “cosechados” por Denéstor Tul, demiurgo de Rocavarancolia y custodio de Altabajatorre, y son llevados por él al mundo de Rocavarancolia. Como en todos los libros, hay personajes que tienen más importancia que otros, y es muy difícil caracterizarlos a todos de una forma profunda psicológicamente hablando, por lo tanto se dan prioridad a algunos, en la segunda parte, para los que la hayan leído se profundizará en otros personajes que en La Cosecha de Samhein no se les concedía mucha importancia. Si al principio el libro puede tardar en arrancar no te decepciona lo que encuentras una vez el libro está en la plenitud de su historia. Hay personajes de todo tipo, que forman un puzzle con Rocavarancolia en el que poco a poco se van encajando fichas y formando una historia clara y concisa. Yo creo que bastante gente se puede sentir identificada con el libro, ya que abarca diferentes personalidades tanto físicas como psíquicas. Además encontraremos en el libro a El Consejo Real, que se dividirá en los que querrán ayudar a sobrevivir a los muchachos y los que los dejarán abandonados a su suerte. Formado por personajes enigmáticos y algunos hasta cómicos, en ellos encontraremos una diversidad de razas mágicas que también nos gustarán por su amplitud, yo personalmente me quedo con Esmael, el ángel negro. El libro está bien redactado, tiene una buena historia, te puedes identificar con los personajes, y es una trilogía para darle profundidad al asunto, ¿Qué más se puede pedir? Yo no lo dudaría e iría a comprarlo.
Respecto a la edición, hay una cosa que no me gusta, el primero lo han hecho en tapa dura y en tapa blanda y el segundo sólo en tapa blanda; yo os recomendaría que os compraséis ya todo en tapa blanda, que (personalmente, a mi que no me gusta la tapa blanda) los dos en tapa blanda quedan muy bien en la estantería. Por lo demás Alfaguara ha hecho un buen trabajo, porque las portadas son bien bonitas y las letras del título también.
Hablemos un poco del autor:
Nota final:
8. Sencillamente Genial |
José Antonio Cotrina (Vitoria, España, 8 de julio de 1972), es un escritor español.
Se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas, aunque se dedica a la narrativa fantástica y de ciencia-ficción. En el año 1998 quedó segundo en el premio Alberto Magno con "Lilith, el Juicio de la Gorgona y la Sonrisa de Salgari". En la edición del 1999 del mismo premio quedó finalista con La Pirámide y en el 2000 ganó el segundo concurso de relatos del Melocotón Mecánico con "Los conejos de la guerra". Ha obtenido también el Premio UPC de ciencia Ficción en la edición del 2000 —exaequo con Javier Negrete— con su novela corta Salir de Fase.
Aquí os dejo una entrevista que le hizo la web Lecturalia a José Antonio Cotrina
Lecturalia: Buenos días, José Antonio. Quisiera empezar preguntándote algo que necesitamos saber urgentemente todos los que hemos leído tu libro: ¿Cuándo sale la segunda parte? ¿Y la tercera?
José Antonio Cotrina: ¡Qué impaciencia! ¡Pero si hace poco más de un mes que ha salido el primer libro! Todavía no hay fecha oficial para el lanzamiento del segundo y, por supuesto, todavía menos para el tercero. La idea con la que trabajamos ahora mismo es que la segunda parte aparezca el año que viene en las mismas fechas en las que ha aparecido la primera: sobre mayo o así. Lo que está claro es que no habrá demasiada separación entre las distintas entregas de la saga, no creo que sea oportuno en unos libros con un “Continuará” tan enorme al final de cada uno de ellos.
A nivel personal me resulta muy gratificante que la gente me pregunte sobre la salida de la segunda parte, eso significa que se han quedado con ganas de más.
L.: Me ha sorprendido que, a pesar de que el libro está destinado al público juvenil, contiene algunas escenas bastante adultas, que tratan temas habitualmente ausentes en la literatura para jóvenes, como por ejemplo la violencia y la muerte. ¿Crees que la literatura para jóvenes adultos se está volviendo menos mojigata, tal vez en consonancia con lo que sus lectores observan en los medios masivos de comunicación?
J.A.C.: Buena parte de la literatura juvenil, aunque suene a chascarrillo, es mucho más adulta de lo que la gente piensa. Creo que hay un error de percepción en lo que a ella se refiere, un error de percepción que yo mismo cometía antes de comenzar a escribir para ese público, todo hay que decirlo. Además, como apuntas en tu pregunta, los jóvenes de hoy en día no son como nosotros en sus tiempos, están más curtidos, quizá sea por ese giro hacia lo espectacular y lo tremebundo que han dado tanto los medios de comunicación como el mundo del entretenimiento o, quizá, porque los tiempos en general han cambiado. O, quién sabe, puede que eso también sea otro error de percepción por mi parte.
Lo que sí tengo muy claro es que no voy a suavizar los momentos duros de mis novelas por mucho que me dirija al público juvenil, eso no sería justo para ellos. Si una historia en la que estoy trabajando necesita una situación adulta que tan sólo los adultos puedan manejar, comprender o aceptar es que no es una historia apta para jóvenes y por tanto no puede ser calificada de ningún modo como novela juvenil, es tan sencillo como eso.
Y un comentario tangencial a la pregunta. La cosecha de Samhein es el libro más suave de los tres. Los siguientes son bastante más duros.
L.: La personalidad de cada uno de los personajes está excelentemente definida y redondeada. ¿Sueles basar tus personajes en personas conocidas o los extraes directamente de la nada? Confiésalo, ¿cuál de los chicos está sacado de los entresijos de tu propia adolescencia?
J.A.C.:He intentado que todos tuvieran personalidades bien perfiladas, está claro que al ser tal el número de personajes de peso que manejo no he podido profundizar en cada uno al mismo nivel, pero aún así he procurado que todos contaran con sus distintas peculiaridades, con trazos que los hicieran claramente identificables para el lector. Creo que uno de los pilares básicos de esta historia son los personajes. El juego que me dan es tremendo, tanto en las relaciones que establecen unos con otros como en el modo en que la ciudad los va afectando.
No hay ningún personaje que esté basado en alguien que conozca, como tampoco hay ninguno con el que yo me identifique plenamente, aunque sí hay detalles míos en muchos de ellos, tanto en los muchachos que se ven arrastrados a Rocavarancolia como en los monstruos que habitan la ciudad. Por poner un ejemplo, una de las protagonistas antes de ser “raptada” escribía relatos ambientados en una ciudad encantada, como yo lo hacía en otro tiempo. Mi ciudad se llamaba Soberbia, la de ella Delirio, pero tanto una como la otra no dejan de ser la misma: Rocavarancolia.
L.: ¿Cuál es tu proceso creativo? ¿Eres un escritor disciplinado, que dedica una cantidad diaria de tiempo a su obra, o eres un autor impulsivo que escribe por inspiración y arranques pasionales?
J.A.C.: Voy por rachas. A veces me vuelvo de un disciplinado que roza lo obsesivo y otras veces me convierto en un escritor anárquico y sólo escribo cuando me apetece. En el caso de esta saga, con la que llevo tanto tiempo, he tenido oportunidad de ser tanto una cosa como la otra.
De todas formas yo distingo dos fases muy diferentes dentro del proceso creativo, fases que pueden ser paralelas en el tiempo, por supuesto. Una de ellas es la de la escritura física, la de ponerse delante de la pantalla y pelearse con el teclado durante horas hasta dar con la mejor forma de contar lo que tienes en mente. La otra es la de la creación pura, cuando vas ideando la historia en tu cabeza. En el caso de El ciclo de la Luna Roja durante los primeros meses de escritura prácticamente no podía pensar en otra cosa que no fuera la novela, la llevaba siempre encima por decirlo de algún modo: los personajes, la ambientación, la historia, todo iba creciendo en mi mente a una velocidad superior a la que hubiera podido escribirla. Vivía la historia. De hecho la mayor parte de los puntos climáticos de la saga se me ocurrió en aquel tiempo.
Continuará…
Podrías haber hecho una mención especial a quien te lo recomendó ¿no?
ResponderEliminarPorque aunque fue Vane la que te lo dijo fui yo la que se lo recomendé, y de todas formas, ella me preguntó a mi qué libros te recomendaba xD así que prácticamente se puede decir que yo te lo recomendé.
Me lo regaló mi tía para mi cumple y me pasó lo mismo, al leer cosecha me vino a la mente "recolección de frutas y verduras" así que lo cogí un poco sin ganas, pero cuando lo terminé... ai dios... es un libro fantástico.
Al igual que Ithilwen tengo que confesar que también me lo regaló mi tía. La verdad es que lo cogi con pocas ganas, cuando llevaba unas pocas páginas llegó a mis manos una lectura más jugosa por la que no pude esperar así que lo aparqué... Y ahí sigue, esperándome.
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