No, noy no se acaba todo.

Si, sois muchos los que creíais que hoy se acababa Harry Potter, pero somos muchos también los que creemos que no es así.

Yo conozco a Harry Potter desde que tenía tres años. Creo que ya hice una entrada donde os conté que mi padre me leía los libros cuando estaba malita, así que no os aburriré de nuevo. Simplemente quiero decir que desde mis tres años hasta hoy he vivido con Harry Potter, he crecido con él. Aún recuerdo cómo viví el estreno de la primera película (estaba mala, tenía cuatro años y estaba nevando, mi abuela se quedó conmigo mientras mis padres y mis hermanas iban al cine) y por supuesto, siempre recordaré cómo viví el estreno de esta última.

Hoy acaba algo. Las adaptaciones de los libros a la gran pantalla, mi infancia, una era, una generación. Todo. Nada.

No todo ha acabado. Sí, se acabaron las películas, las esperas, los nervios... Todo eso acaba, pero siempre quedará en nuestro corazón. Siempre recordaremos cómo nos comíamos las uñas mientras veíamos los trailers y decíamos "quedan X días", y marcabamos fechas en el calendario (yo con unas gafas coronadas con una cicatriz en forma de rayo), cómo nos disfrazábamos y cuando no encontrabamos algo nos daban ganas de decir "¡Accio!" y cuando teníamos frío y nos sentíamos tristes pensabamos que había un dementor cerca.

Si, se acaba una era, pero no Harry Potter. En mi opinión, si Harry Potter se acabó en algún momento fue el día que se publicó el 7º libro, pero no creo que se acabe jamás. Hoy termina una era, la era de la generación que creció con Harry, Ron y Hermione, que lloraba de rabia e impaciencia, que han adaptado su infancia a la de un joven mago huérfano que vivía con sus odiosos tíos y que quería ser asesinado por un mago tenebroso. Nuestro corazón siempre tendrá una cicatriz en forma de rayo, porque esos libros y películas nos han hecho ser como somos.

Harry Potter acabará cuando nadie se acuerde de los libros o de las películas, cuando nadie sepa quién es, cuando el olvido se haya apoderado de él. Y gracias a Dios, eso no ocurrirá nunca, porque los libros son eternos y J.K.Rowling ha hecho historia en el mundo de la literatura. Harry Potter volverá a nacer cada vez que alguien en el mundo abra uno de los libros y se sumerja en ese mágico mundo. Y nosotros, los de la generación Potter encargaremos de que Harry Potter siga naciendo una y otra vez, si bien releyendo una y mil veces los libros, haciendo que nuestros hijos y nietos los lean, porque es una historia que no merece ser olvidada, porque es parte de nuestras vidas.

Ya ningún niño vivirá lo que nosotros hemos vivido, ya no tendrán esa mágica infancia, o por lo menos no en tanto grado como nosotros, pero siempre podremos contarles cómo fue vivirlo y hacer que cuando seamos viejecitos y tengamos el pelo canoso y leamos de nuevo Harry Potter y la piedra filosofal, nuestros hijos y nietos nos pregunten "¿Después de tanto tiempo?" contestar: "Siempre, hasta el final".

Larga vida a Harry Potter.

Larga vida a la magia.

Larga vida a J.K.Rowling.

Y gracias por todo. Por hacernos reír, llorar, crecer, madurar, hacer amigos (como Harry, Ron, Hermione, Neville, Luna, etc.) y aprender tantas cosas. Gracias de todo corazón. Yo me siento vacía, porque una parte de mí se ha ido, pero volverá cada vez que vuelva a Hogwarts y al número 4 de Privet Drive.

Ah, y sí, hoy se acaba la semana temática de Harry Potter, aunque me encantaría hacer más especiales dedicados a esta saga, porque queda mucho por hablar.

Ithilwen