Necesita poner en orden sus prioridades

¿Cómo resumir la vida de uno de los pelirrojos más famosos del mundo? Y no, no es Zach Galifianakis ese tío mola. Seeeh…

Si no Ronald Bilius Weasley. Que lapsus más tonto, ¿verdad? ¿Sabíais que Ronald proviene del noruego y significa Tener los poderes de Dios? Yo no, desde luego. Ni tampoco que Rowling sentía cierto cariño por las comadrejas (weasel) de ahí Weasley.

"Soy el sexto de mi familia que va a Hogwarts. Bill y Charlie ya se han ido de casa. Bill fue Premio Anual y Charlie Capitán de Quidditch. Ahora Percy es Prefecto. Fred y George son muy revoltosos, pero todavía tienen notas realmente buenas y todo el mundo piensa que son divertidos. La gente espera que yo sea tan bueno como los otros, pero si lo soy, no es gran cosa, porque ellos lo hicieron primero. Nunca tienes nada nuevo, menos con cinco hermanos. Tengo las viejas túnicas de Bill, la vieja varita de Charlie y la vieja rata de Percy".

Pues ya veis, Ronald Weasley comenzó siendo un joven estudiante de la casa Gryffindor sin saber que años más tarde viviría tales aventuras. Como primer día de colegio que era, rápidamente se hizo amigo del famoso Harry y la sabionda Hermione. Tiene ojos azules, que no grises, y pecas por todas partes. Torpe a ratos y oportuno otros tantos. Aunque todo el mundo conoce la historia de Ron, ¿no? ¿NO?

Lo que puede que no sepáis es que una de las escenas favoritas de Rupert Grint (el actor que interpreta a Ronald en las películas de la saga), es nada más y nada menos que el ajedrez gigante de Harry Potter y la Piedra Filosofal. Venga, asintamos con la cabeza, es una de nuestras escenas favoritas también. Y es que es en dicha escena en la que Ron se luce por primera vez. Es uno de sus… MOMENTOS. Momento Weasley. ¡Kachin!

Otra escena perfectamente destacable es la del coche volador (el cuál fue robado del almacén de decorado y luego volvió a aparecer en un castillo abandonado. Los ladrones se dieron cuenta de que, ¡sorpresa! El coche no disponía de motor). Oh, esa escena está llena de cositas. En el segundo año (el cuál no pasarán tranquilos, es decir, ni locos, imposible) resulta que llegan tarde a la estación de King’s Cross. ¡Por fin Ron pudo entender lo que era perder el autobús! Solo que llegar a Hogwarts no es tan sencillo como caminar bajo la lluvia con una carpeta sobre la cabeza que te protege de mojarte y de todo lo que se interponga en tu camino. Así que a Harry y Ron no se les ocurre otra cosa que coger el coche volador de Arthur Weasley, el padre de este último, y seguir al tren de Hogwarts por el cielo. Tipo águila espía, o algo así. 

¿Cuál es su comida preferida? Yo que sé, pero Rowling afirmó en su día que es un personaje que suele decir bastantes palabrotas. Y que nació en esa increíble imaginación que tiene esta señora el mismo día que Harry. O que padece aracnofobia porque su hermano, Fred, convirtió el osito de peluche tan sagrado para todo tipo de niños en una araña. O que su patronus es un Jack Russell Terrier. O que debe repetir su examen de aparición por haberse dejado media ceja detrás…

Ay.

Y Ron, junto al actor que lo interpreta, ha ido creciendo junto a nosotros, poquito a poco, sin que nos diésemos cuenta, y ahora que esto se acaba tengo unas ganas de llorar es el momento de releerse los libros y descubrir de nuevo a ese personaje entrañable, de manos y pies grandes y casi tan alto como sus hermanos gemelos. 

Pero, por encima de todo, un buen amigo.

Dos días, que en lengua pársel es algo así como: tissssshi eniiiiiil chis. No, esperad, mejor dadle al play ;)

Aileen