Harry Potter y la Piedra Filosofal

Harry Potter es un huérfano que vive con sus desagradables tíos, los Dursley, y su repelente primo Dudley. Se acerca su undécimo cumpleaños y tiene pocas esperanzas de recibir algún regalo, ya que nunca nadie se acuerda de él. Sin embargo, pocos días antes de su cumpleaños, una serie de misteriosas cartas dirigidas a él y escritas con una estridente tinta verde rompen la monotonía de su vida: Harry es un mago y sus padres también lo eran. Dolido con sus tíos por haberle ocultado sus orígenes y en vista de que el mundo normal no le ofrece grandes oportunidades, Harry acepta ir a Hogwarts. Allí conocerá a los que serán sus grandes amigos, Hermione Granger y Ron Weasley. Junto a sus nuevos amigos, vivirá una fabulosa aventura que supera con creces la más desbordante imaginación.

Reseña:

El primer libro de una saga que ha envuelto entre sus páginas a más de medio mundo, comienza un 2 de noviembre cuando el director de un colegio encantado, la mujer capaz de convertirse en un gato atigrado y el hombre más gigantesco que os podáis encontrar por la calle, depositan a un pequeño huérfano frente a la puerta del número 4 de Privet Drive.

Desde entonces, el nombre de aquel bebé que llegó desde el cielo en una moto voladora se extendió por todo el mundo de la magia.

Harry Potter

Y se suceden once años tortuosos para el joven huérfano. Sin embargo, el día de su onceavo cumpleaños, y a pesar de la reticencia de sus tíos a descubrirle la verdad, Harry descubre que es un mago. El callejón Diagon y un montón de secretos revelados: los padres de Harry no murieron en un accidente de coche. No. Los asesinó Voldemort pero no digáis su nombre en voz alta. 

Harry y su cicatriz llaman la atención. Mucho. Demasiado. Tanto el niño como la marca son famosos por sobrevivir al peor de los asesinos. 

Y es entonces cuando Harry consigue llegar a la estación 9 y ¾. Hagrid desaparece, pero el joven Potter conoce a la familia Weasley. Pelirrojos y pecas por todos lados. Comienza una nueva amistad que perdurará por mucho tiempo.

Es hora de que se vayan cambiando las túnicas, según Hermione, están a punto de llegar. Es ella, una hija de muggles, la que completa el trío de la saga. El mismo trío que más tarde se enfrentará a la peor de sus pesadillas. 

Hogwarts, colegio de Magia y Hechicería, un castillo imponente y majestuoso donde ocurrirán alegrías y desgracias, siempre en mayor o menor medida relacionadas con el niño que sobrevivió. 

¿Su primera aventura? La piedra filosofal, un artefacto capaz de convertir los metales en oro y producir el elixir de la vida eterna. Snape, por una serie de sucesos, es el principal de sospechoso del trío de Gryffindor para hacerse con ella. Pero su teoría continua. El profesor de pociones ansía la piedra para después poder entregársela a Voldemort nunca digáis su nombre en voz alta, con quién creen que está compinchado. 

Pero, aunque sea está la primera de muchas, como siempre, Harry, Ronald y Hermione están equivocados. 

La piedra se oculta bajo la trampilla que custodia Fluffy, el gigantesco perro de tres cabezas, y al ver que éste se encuentra dormido gracias a la relajante música proveniente de un arpa mágica, las sospechas que tenían el joven trío sobre Snape se acentúan todavía más.

No obstante, es Quirrell quién espera a Harry, el único capaz de llegar a la sala donde se encuentra la piedra. Imposible pero cierto, el espejo de Oesed (objeto que muestra a quien se atreve a mirar su reflejo lo que más desea), le muestra a Harry dónde se halla la piedra.

En su bolsillo.

Todo sale bien, como casi siempre. Voldemort abandona el cuerpo de Quirrell y, después de que Harry mantuviese una reveladora charla con Dumbledore, donde se explican muchas cosas y salen a la luz otras tantas, es hora de volver a casa.

“Voy a divertirme mucho este verano con Dudley…”

Opinión personal:

Fue en un viaje donde todo comenzó, en notas escritas sobre servilletas, desde la idea hasta la división de las novelas. Estoy segura que para ese entonces Rowling no sabía hasta donde llegaría su invención, y es que tardó casi cinco años en finalizar el primer libro y crear todo el universo que le rodeaba. 

Aún recuerdo cómo yo esperaba ansiosa a que una lechuza cruzase la ventana de mi habitación con una carta en las patas el día en el que cumplí los once años. Fue una fiesta bonita, sin duda, pero la lechuza nunca llegó. También buscaba la estación 9 y ¾, quizás, en un descuido de mis padres, podría escaparme y subir al Expreso de Hogwarts hasta que advirtiesen mi ausencia. Pero nunca la encontré.

Era tal mi fanatismo que cada gato atigrado lo asociaba inmediatamente con McGonagall. Y es que Harry Potter ha tenido una gran influencia en mi vida cotidiana.

¿En la de vosotros no?

Es tan grande todo lo que abarca que todavía no me lo explico. Cada detalle tiene una importancia suprema en la historia, desde la capa que le regala James Potter a su hijo, a pesar de estar muerto, hasta en la moto en la que llega Hagrid en las primeras páginas, una moto que pertenece a Sirius Black. 

Y es por eso que el primer libro, donde comenzó todo, es una historia que nunca me cansaré de escuchar.

Nota final:

10. Regalo del Cielo